El mercado del streaming en Brasil ha ido madurando y cambiando constantemente en los últimos años. En primer lugar, el escenario era que había pocos actores compitiendo por la atención de los consumidores y escaso contenido original local, con los grandes estudios estadounidenses suministrando los catálogos de terceros a través de licencias, especialmente sus series de archivo, que habían tenido éxito en la TV paga.

Entre 2018 y 2023, nuevos actores ingresaron al mercado y la producción local original se volvió abundante, con altas inversiones y frecuentes lanzamientos. Hemos visto a grandes estudios dejar de licenciar su contenido de archivo a terceros para ofrecerlo en sus plataformas propias de forma exclusiva.

En el camino, la pandemia trajo dos impactos principales: aumentó la demanda de entretenimiento en el hogar, provocando que los servicios vieran crecer sus bases de suscriptores, en algunos casos de manera exponencial; y encareció el contenido debido a la escasez: las producciones originales se volvieron más caras y las licencias más competitivas.

El mercado se adaptó a esta realidad porque la rentabilidad no era el objetivo prioritario de los ejecutivos en ese momento, sino el crecimiento en alcance. Entre finales de 2022 y hoy, esto ha cambiado. Los servicios de streaming invirtieron mucho en contenidos y tuvieron dificultades para aumentar sus ingresos. Se acumularon grandes deudas o pérdidas en la construcción de las bibliotecas porque las suscripciones no estaban a la altura de las inversiones. Encontrar un modelo económico más sostenible y funcional se ha convertido en el mayor desafío.Prácticamente todos los jugadores comenzaron a experimentar con modelos alternativos como Adtiers y FAST. Y en términos de contenido, hoy todos han priorizado las IP consolidadas, los reboots y las secuelas, y han asumido menos riesgos con ideas originales. Mientras que antes muchos streamers se centraban más en contenidos de prestigio, más densos, más serios y cinematográficos, hoy existe una tendencia hacia la producción de contenidos más ligeros, con un atractivo más popular y con potencial para llegar a una amplia audiencia.