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Jorge Franzini

director de Contenido y Desarrollo de CuriosityStream

productor y escritor de numerosos documentales, trabaja junto al equipo de programación como enlace con compañías de producción y socios externos. Fue productor para una de las primeras compañías de medios digitales especializada en contenido para streaming. En su rol actual identifica potenciales series originales para la empresa

Apoyemos a la industria audiovisual latinoamericana

La localización no es algo nuevo, de hecho, es una estrategia exitosa y duradera a la que prácticamente todas las empresas, dedicadas a la industria de la TV paga, le han apostado y le siguen apostando desde su llegada oficial a la región en la década de 1990. Una de las razones principales que mantienen esta práctica en vigencia, entre muchas más, es que permite que el contenido se haga relevante para el público local, dando pie a una mayor cercanía con la teleaudiencia. 

Es ya tan común que se dediquen cuantiosos recursos a varias formas de localización —desde doblajes y subtitulados hasta adquisiciones y la realización de producciones locales— que pareciera que esta práctica ha perdido un poco su aspecto de novedad para pasar a ser un paso obligado y esperado por parte de las empresas de entretenimiento que buscan abrirse camino y destacarse en Latinoamérica. 

Sin embargo, la crisis que trastornó al mundo el año pasado por cuenta de la pandemia desatada por el covid-19, nos recordó cuán importante es el vínculo que la localización ha permitido a compañías como la nuestra y a muchas más no solo mantener sus operaciones en marcha, sino seguir sirviendo a los telespectadores en los momentos de mayor necesidad.

La televisión, y en particular la TV paga, probablemente como no se veía desde hace mucho tiempo, retomó un papel central en la rutina diaria del televidente al convertirse en la ventana al mundo exterior y el escape de la cruda realidad a la que todos fuimos sometidos, especialmente durante el período de confinamiento.

De repente, el abanico de opciones para todas las edades de la TV paga se tornó en una herramienta vital para enfrentar el tedio y dejar de lado así fuese momentáneamente las preocupantes noticias del día.

En el caso de empresas dedicadas a contenidos factuales, se beneficiaron de la insaciable demanda del público por entretenimiento de calidad que además sirviera de complemento a los currículos escolares de sus hijos.

Pero todo esto no hubiese sido posible sin el apoyo y el ingenio de las empresas latinoamericanas con las que muchos programadores pudimos contar localmente para seguir adelante pese a desafíos como el cierre de fronteras, la imposibilidad de viajar y la cuarentena.  

Ahora que las cosas están volviendo lentamente a la normalidad en algunas regiones del mundo como EE UU, no debemos olvidar que en Latinoamérica aún hay un largo camino por recorrer; que la región se debate entre el coronavirus y problemas de orden económico y social, y que ahora más que nunca estas empresas locales necesitan de nuestro apoyo para seguir manteniendo a flote sus negocios.  

Por años hemos reiterado que trabajar con empresas locales es una manera de demostrar nuestro compromiso con la región y ahora, más que nunca, es cuando ese compromiso debe manifestarse. Es nuestro turno de brindar apoyo a las empresas de la región mediante las cuales hemos logrado lanzar y mantener una estrategia de localización exitosa, que nos ha permitido crecer dentro del competitivo contexto latinoamericano de la TV paga. Si algo hemos aprendido de lo que hemos vivido en el último año es que todos estamos entrelazados y que, en la medida que la industria audiovisual en América Latina triunfe, nosotros lo haremos también.