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Peter Blacker

VP Ejecutivo, CCO y jefe de Licencias DTC de NBCUniversal Telemundo Enterprises

ejecutivo con una amplia trayectoria en la industria. Se unió a Telemundo en el 2005. Actualmente supervisa la división Revenue Strategy and Distribution, enfocándose, entre otras, en la comercialización, monetización y distribución del contenido de Telemundo, incluidas las plataformas emergentes y directas al consumidor en EE UU y globalmente

La nueva era de medios de comunicación y monetización

La pandemia ha sido un desafío para todos durante el año pasado, tanto a nivel personal como comercial. Sin embargo, estas dificultades han provocado algunos aspectos positivos: un aprendizaje clave para nosotros en los medios en cómo el streaming ha impactado y cambiado positivamente nuestras vidas.

La pandemia ocurrió en un punto de inflexión significativo en la vida útil del streaming y los servicios directos al consumidor, porque ya existía un cierto nivel de comprensión de lo que era esa experiencia y su consumo ya era bastante alto. La pandemia aceleró esa comprensión y la aceptación de estas nuevas plataformas, ya que contábamos con menos opciones de entretenimiento, noticias y vida en general, debido a que las producciones tuvieron que detenerse.

Tampoco podemos subestimar el impacto de la pandemia en todo lo que comenzamos a hacer virtualmente, y eso incluye a los medios y el entretenimiento que también tuvieron que cambiar súbitamente.

Específicamente, para el mercado hispano, vimos un aumento de aproximadamente ocho horas semanales en el uso de servicios streaming cuando comenzó la pandemia. El 70% de los hispanos aumentaron su consumo de video y los no hispanos llegaron al 55%.

Tendencias en la monetización

Hay tres tendencias principales que he visto que están afectando positivamente nuestra capacidad para monetizar contenido:

– La primera gira en torno a la programación nostálgica, a la que los espectadores acudieron durante la pandemia, tanto en español como en inglés, mientras buscaban comfort food. Lo que causó el aumento del valor del contenido que, en muchos casos, no estaba monetizado o estaba infravalorado. A partir de ahí, pudimos determinar formas de tomar ese contenido que estaba en el warehouse, y ponerlo a disponibilidad en otro lugar y alimentar el hambre de “contenido de nostalgia”. 

– La segunda es la mezcla de idiomas. En torno al contenido subtitulado y doblado, creo firmemente que llegamos a un punto de inflexión durante la prepandemia en EE UU, acelerándose durante la pandemia.

Parte de esto se debió a que no existía suficiente contenido producido y disponible para satisfacer a todos los hispanos en EE UU y su apetito voraz por streaming, y la otra parte son algunos éxitos que surgieron y comenzaron a cambiar la opinión de la gente sobre el poder del contenido originalmente en otro idioma.

– El tercer y último ejemplo son los nuevos modelos de monetización o comercialización de contenido. Anteriormente, había un negocio de licencias y otro de publicidad y los dos realmente no se mezclaban bien. Ahora, el streaming nos ha dado la oportunidad de encontrar varios tipos de modelos que combinan AVOD y SVOD, que cuentan con diversas maneras de trabajar con múltiples socios y así encontrar formas diferentes de generar ingresos a partir del mismo contenido. Eso es algo que no pudimos hacer antes de la pandemia.

¿Llegó el streaming para quedarse?

Recuerdo que cuando entré por primera vez a los medios digitales, que solían llamarse Internet a finales de los 90, me preguntaron: “¿Internet está aquí para quedarse? ¿Va a formar parte de nuestras vidas?». Durante este tiempo he visto que los servicios de streaming son aditivos y, de ninguna manera están reemplazando a otra plataforma o servicio. Un buen ejemplo es la radio y el audio y el resurgimiento de los productos de audio y podcast

Lo que estoy viendo en este momento, específicamente en nuestro negocio, es que hay un entendimiento de que el consumidor no quiere que lo encajonen o categoricen de una forma u otra. Las audiencias quieren crear su propia identidad y parte de esa identidad es lo que quieren consumir. En el pasado, era una elección muy deliberada de cambiar de un canal de cable a otro: tenían que tomar un control remoto y pensar en lo que había en otro canal.

Ahora, se presentan diferentes ideas basadas en algoritmos y temas que son del interés de esa persona, lo que les permite crear una expresión muy profunda y hermosa de sí mismos en el contenido que están consumiendo. Para mí, eso es algo que fundamentalmente hace la diferencia de cualquier otra plataforma porque está increíblemente personalizado.

En términos de rentabilidad, claramente, estamos en el negocio de monetizar y comercializar nuestro contenido. Hemos tenido que crear nuevas formas de negocio que son mucho más complejas que los modelos anteriores. Antes, la monetización se basaba en ratings lineales. Aunque es más complicado, también es muy emocionante porque nos da la oportunidad de encontrar nuevos modelos de negocios.

Luego del streaming

Haciéndome la pregunta de qué viene después del streaming, pienso que serán dos temas: primero, una globalización acelerada del contenido: aceleración más rápida del contenido internacional y en varios idiomas donde, con solo hacer clic en un botón, se podrán ver noticias japonesas en inglés o deportes en primetime de España, en alemán: la barrera del idioma con toda la tecnología existente ayudará a que el mundo se vuelva mucho más pequeño y nos permitirá tener más oportunidades de cruzar fronteras.

Segundo, la proliferación de nuevos dispositivos para consumir contenido. El hecho de que todavía estemos viendo contenido en una pantalla, teléfono o reloj es una etapa inicial. Creo que, en algún momento, tendremos más pantallas en diferentes lugares (coches, gafas…) donde podremos consumir contenido.