Este último año la industria del entretenimiento ha experimentado grandes cambios en muchos aspectos; por un lado, el comportamiento de los usuarios se ha visto afectado radicalmente por un cambio en su estilo de vida debido al trabajo remoto y a los confinamientos que se llevaron a cabo en muchas partes del mundo, donde la gente tenía más tiempo libre para disfrutar de sus series o películas favoritas, probar nuevas plataformas o incluso nuevas formas de entretenimiento en casa. 

Analizando el comportamiento agregado de los usuarios de nuestros clientes en 2020 vimos un incremento significativo del consumo de contenido audiovisual, un aumento aún mayor del número de usuarios que se daban de alta en servicios OTT y, al mismo tiempo, unas tasas de abandono ligeramente superiores a las habituales quizás debido a que la gente se daba de alta y de baja en servicios con una mayor frecuencia.

El incremento del tiempo que los usuarios pasaban en la plataformas de video se produjo sobre todo en Smart TV, siendo la TV lineal la que lideraba este crecimiento con un incremento en el consumo del  287% seguido por los servicios de suscripción (SVOD), con un 112%, y los servicios transaccionales (TVOD), en un 9%.

Estos datos muestran una gran oportunidad para el sector OTT de fidelizar y retener a esos usuarios, ya que este cambio de tendencia parece que va a perdurar incluso después de la pandemia.

Parece que estos nuevos hábitos de consumo están manteniéndose más allá de la pandemia y los servicios de video necesitan adaptarse a este nuevo escenario analizando muy bien el comportamiento de sus usuarios para entender qué es exactamente lo que quieren y ser capaces de personalizar su oferta de contenidos de acuerdo a los gustos y necesidades específicas de cada consumidor.

La transformación de la TV tal como la conocemos va a continuar; y la evolución de los radiodifusores tradicionales y la televisión paga va a seguir dando que hablar durante los próximos años, pero sin duda, los servicios de streaming van a jugar un papel fundamental modificando la forma en que la gente consume contenido. 

Nuevos actores salen a escena: con el cierre al público de teatros, salas de espectáculos y eventos deportivos están surgiendo muchas plataformas de streaming nuevas en las que la gente puede ver sus eventos favoritos de forma online. A pesar de la reapertura de cines, teatros y eventos deportivos con público la nueva forma de consumo digital de este tipo de ocio será un complemento sólido que seguirá creciendo.

De la gran pantalla a la pantalla de nuestros televisores: los cines clausurados forzaron a muchos productores de contenido a estrenar las películas directamente en la televisión o en servicios de streaming acelerando así un fenómeno que empresas como Disney+, HBO Max ya habían anticipado anunciando grandes estrenos en sus plataformas. Parece que los cines, de ahora en adelante, tendrán que reinventarse para lidiar con este fenómeno y no limitarse a ofrecer una selección de películas, sino una verdadera experiencia de entretenimiento que atraiga a los espectadores combinando sus espacios físicos con espacios digitales de manera coherente a las nuevas formas de consumo demandadas por su público.

La importancia de los agregadores de contenido (especialmente liderados por los operadores de TV) irá en ascenso. En 2020 y lo que llevamos de 2021 vimos un incremento significativo en las suscripciones a servicios de streaming; la amplia variedad de servicios y de tipos de contenido obliga a los usuarios a registrarse en diferentes plataformas y tener que cambiar continuamente de una a otra para buscar contenidos no favorece la experiencia del usuario, que termina rindiéndose en muchos casos ante la fatiga que esto produce. Es por ello que los agregadores de contenido están intentando capitalizar todo el contenido que sus usuarios quieren en una única plataforma, ahorrándoles así dinero y tiempo, mejorando su experiencia y poniendo a su disposición un catálogo de contenidos muchísimo más amplio en una única interfaz.

En mi opinión, la pandemia no ha hecho más que acentuar una tendencia que ya se vislumbraba en el horizonte desde hacía varios años, pero lo más importante es que ha acelerado la innovación (e.g. el gran desembarco de los modelos de negocio como AVOD en la región liderado por Pluto TV) en la industria del video streaming para conseguir adaptarse a las necesidades de sus usuarios.